jueves, 14 de noviembre de 2013

Pequeño Jim.

Trompe l'oeil significa para los franceses "engañar a la vista" y si algo sabe hacer el séptimo arte es engañarnos a todos, como ya hemos visto con otros ejemplos. Con su magia, el cine es capaz de resolver cualquier problema. ¿Que no podemos sacar un plano de Londres hace unas décadas? Pues lo pintamos. ¿Que queremos sacar a Jim Carrey con seis años? Pues jugamos con la perspectiva.
Espera, espera... ¡¿CÓMO?!


Me explico. Olvídate de mí es una película de Michel Gondry, caracterizado por hacer películas cuanto menos extrañas (La ciencia de los sueños, La espuma de los días,...). Esta película presenta a Jim Carrey y Kate Winslet, antes enamorados, que ahora intentan olvidarse el uno al otro mediante un complejo sistema de borrado de memoria. La película presenta pues numerosos flashbacks y demás saltos en el tiempo que confunden al espectador.

Uno de estos flashbacks se remonta a los seis añitos del protagonista, Jim Carrey. Se plantea entonces el problema de cómo hacer un flashback en el propio Carrey. Utilizar a un niño actor que se pareciese era demasiado fácil por lo que Gondry prefirió utilizar a... ¡Jim Carrey, claro!

Como el director explica en el vídeo, no es más que un juego de perspectiva. El niño aparece sentado bajo una mesa. Para conseguir pues que los casi dos metros de Carrey cupiesen debajo de dicha mesa ésta se inclinó, de tal forma que sea más alta lado donde está sentado el actor. Entra en juego entonces un truco de perspectiva con la cámara para que esta inclinación no sea evidente para el espectador.

Nos engañan como a bobos, verdad? Esta y otras triquiñuelas es lo que el cine llama TROMPE L'OEIL.

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